Tenemos un Papa misionero

El 8 de mayo por la mañana, escribíamos desde la Delegación de Misiones a los sacerdotes de la Diócesis de Alcalá de Henares  recordándoles que ese domingo, Domingo del Buen Pastor, celebrábamos la Jornada de Vocaciones Nativas. Solo unas horas después, un misionero era elegido Sucesor de Pedro: León XIV. De hecho, en su primer saludo expresó su programa para este pontificado con estas palabras: «Ser Sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes, como una Iglesia unida, buscando siempre la paz, la justicia, buscando siempre trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio, para ser misioneros».

Me acordé de Pilar Ladrón, misionera laica y querida voluntaria de nuestra delegación. Cada año viaja a Perú, concretamente a Trujillo, al servicio de los niños huérfanos y pobres del «Hogar San Óscar Romero». Le pregunté si había conocido al Papa León XIV en sus años de obispo en Perú. Esta fue su respuesta:

«Pues yo no, pero tengo muchos amigos que sí. Están felices, todos recordándole con muchísimo cariño.

De hecho, uno de los sacerdotes que fundaron el Hogar, Eduardo (el delegado de Misiones de Sevilla), fue aquí rector del seminario y, en cuanto le conoció, le nombró jefe de estudios.   También fue párroco en Trujillo. Le tocó poner en marcha dos parroquias. Estuvo unos diez años.

Luego, le nombraron Obispo de Chiclayo (está a algo menos de cuatro horas al norte) y allí, están aún más emocionados. Trabajando, viviendo y estando entre la gente, desde los asentamientos más pobres al centro de las ciudades. Padre, hermano y pastor.  

Vivir esa emoción con esta gente, es un regalo.

Abrazos y muy unidas en la oración.

Pilar».

Rezamos por el Papa León XIV y rezamos por la Iglesia, más misionera que nunca.

Que Nuestra Madre, Reina de las Misiones, les bendiga a todos