Publicamos hoy en el blog de la Delegación de Misiones de Alcalá de Henares las meditaciones que preparamos para el Rosario Misionero de Antorchas que tuvimos le pasado sábado, 14 de octubre de 2023. Quizás le sea útil a los organizadores de otro Rosario, o sirva a la meditación personal de alguien.

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ROSARIO MISIONERO. Meditaciones

Monición inicial:
El Santo Padre Francisco dio como lema a la campaña del Domund de este año: «Corazones ardientes, pies en camino». Es un lema acertadísimo, porque nos recuerda que los misioneros son hombres y mujeres enamorados, que han descubierto que Dios vale la pena, que Dios, solo Él, basta, y que han decidido vivir la vida con Él y para Él. Nuestros misioneros no son meros activistas sociales, transformadores de las realidades públicas. Son hombres, mujeres de Dios; son enamorados de Cristo, que se han puesto a disposición de quien les ha cambiado el corazón. Por ellos rezamos hoy. Y pedimos al Señor que siga llamando a nuestros jóvenes a la misión, para curar a través suyo a la humanidad de la pobreza más grande que sufre: la de no conocer cuánto es amada por Dios, la de ignorar su propia vocación al amor. Solo resolviendo esta pobreza, el mundo encontrará la paz.

El Rosario Misionero de Antorchas de este año cuenta con una novedad: abren la procesión cinco estandartes que han sido confeccionados por las voluntarias de la Delegación de Misiones y que tienen un doble objetivo: reforzar la identidad misionera de este Rosario y poner rostro a los patronos de las misiones y a los fundadores de las Obras Misionales Pontificias. Como nuestro obispo, Mons. D. Antonio Prieto está regresando de un viaje y llegará solo a la bendición final del Rosario, ha pedido a nuestro querido obispo emérito, Mons. Juan Antonio Reig Pla, que realice el acto de bendición de los estandartes.
«Santa María del camino, Madre de los discípulos misioneros de Cristo y Reina de las misiones, ruega por nosotros» (Del Mensaje Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones).

Santo Rosario:

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Señor, ábreme los labios.
Y mi boca proclamará tu alabanza.
Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Hoy, sábado, contemplamos los misterios gozosos.

En el primer misterio gozoso contemplamos:
la Encarnación del Hijo de Dios

Nos llena de alegría la feliz noticia que proclama este primer misterio de gozo: «El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros». Pero este Jesús «despojado de sí mismo, que toma la condición de esclavo, que se humilla y se hace obediente hasta la muerte y una muerte de cruz» nos invita a preguntarnos: ¿Cuál es el secreto de la alegría cristiana? El secreto de nuestra alegría es el mismo Cristo, único Salvador de la humanidad. Nuestra alegría es que «tanto amó Dios al mundo, que le dio su Hijo unigénito, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Cfr. RVM 20).

Ofrecemos este misterio por el continente americano, especialmente por sus gobernantes, para que abran su corazón a la Verdad, respeten la libertad religiosa y trabajen con solicitud por el bien de sus naciones.

Reza este misterio un matrimonio misionero de «Ocasha cristianos con el Sur», la Obra de Cooperación Apostólica seglar Hispanoamericana. Cantan los misioneros de la Fraternidad Verbum Dei.

Canción a la Virgen.

En el segundo misterio gozoso contemplamos:
La visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel

Con la encarnación del Hijo de Dios en su seno virginal, María se ha convertido en una lámpara viva, encendida por el fuego del que es «Luz de las naciones». A imitación de Nuestra Madre, cada uno de nosotros debemos convertirnos también en «lámparas» que llevan en su corazón al que es «la luz del mundo», que se hace hombre para darnos la alegría de la salvación. Respondamos como Isabel: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!».

Ofrecemos este misterio por Oceanía, especialmente por todos los que en este continente aún no conocen a Jesucristo, para que puedan contar con los testigos que abran sus ojos y sus vidas a la fe.

Rezan y cantan en este misterio los niños del coro de la parroquia de Virgen de Belén de Alcalá de Henares.

Canción a la Virgen.

Tercer misterio gozoso:
El nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén

San Zenón de Verona afirmó que: «María dio a luz no en el dolor, sino en la alegría». Los Padres de la Iglesia proclaman que Jesús nació de la Virgen «como un rayo de sol atraviesa un cristal», sin romperlo y sin tan siquiera mancharlo. María es la «Siempre Virgen». Pero no lo es para gloria suya: «en la Virgen María todo es referido a Cristo y todo depende de Él». Ella permanece virgen —antes del parto, en el parto y perpetuamente después del parto— para que no nos quepa ninguna duda de que el Niño que nace de Ella es también Dios: verdadero hombre y verdadero Dios.

En este misterio, encomendamos a la misericordia de Dios al continente africano y, de una forma especial, a los cristianos de Nigeria, país donde seguir a Jesucristo es especialmente peligroso. Pedimos a Nuestra Señora, madre de África, que interceda por la pronta liberación de las tres religiosas, el seminarista y su chófer, secuestrados el pasado 5 de octubre en el Estado de Imo, en el sur de Nigeria.

Reza este misterio en inglés la comunidad nigeriana de nuestra diócesis. Ellos mismos cantarán en el dialecto de su región, el igbo.

Canción a la Virgen.

Cuarto misterio gozoso:
La purificación de Nuestra Señora y la presentación del Niño Jesús en el Templo

El anciano Simeón, tomando en sus brazos a Jesús, pronunció su profecía acerca del Niño y su Madre: «Será como un signo de contradicción. Y a ti, María, una espada te traspasará el alma». Jesús es solo un niño muy pequeño, pero Simeón lo reconoce como el Mesías del Señor y de sus labios brotan palabras de bendición, de alabanza a Dios, de fe en su Consagrado, de agradecimiento… Que a semejanza de Simeón, nos dejemos guiar por el Espíritu Santo para que nuestros ojos puedan llegar a ver y nuestros brazos estrechar a nuestro Salvador.

Ofrecemos este misterio por el continente asiático, para que la Buena Noticia del amor de Dios llene de esperanza a todos sus pueblos.

Rezan y cantan en este misterio los misioneros de la Fraternidad Misionera Verbum Dei.

Canción a la Virgen.

Quinto misterio gozoso:
El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo

El último misterio gozoso, «aun conservando el sabor de la alegría, anticipa indicios del drama». La respuesta de Jesús a la pregunta de la madre es impresionante: «Pero ¿cómo? ¿Me habéis buscado? ¿No sabíais dónde tiene que estar un hijo? Tiene que estar en la casa de su padre, en las cosas del Padre». Jesús dice a sus padres: «Estoy precisamente donde está mi puesto, con el Padre, en su casa». Las palabras de Jesús son siempre más grandes que nuestra razón. Superan continuamente nuestra inteligencia. Pero la Virgen nos enseña la actitud con que debemos escuchar a Jesús para no manipularle ni reducirle: María conservaba las palabras en su corazón (cf. Lc 2,19.51), María acoge la Palabra en su corazón y la transmite.

Ofrecemos este misterio por Europa y, de una manera especial, por la paz en Ucrania. Que las personas responsables de la suerte de las naciones escuchen la voz de Jesús llamándonos a un amor que destruye la lógica de la venganza.

Rezan y cantan en este misterio miembros de la comunidad ucraniana de la Diócesis de Alcalá de Henares. Nosotros respondemos en español.

Canción a la Virgen.

Letanías de la Santísima Virgen

Concluimos el rezo del Santo Rosario con las Letanías a la Santísima Virgen que reza un miembro de la – Venerable Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo Atado a la Columna y María Santísima de las Lágrimas y del Consuelo, que han colaborado en la organización de este Rosario Misionero de Antorchas.

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos

Dios Padre celestial.
Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo.
Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo.
Ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios.
Ten misericordia de nosotros.

Santa María,
Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la Misericordia
Madre de la divina gracia,
Madre de la Esperanza
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Ten piedad de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oración
Te pedimos, Señor, nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, seamos librados de las tristezas presentes y gocemos de la eterna alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.