Las huchas en la parroquia Virgen de Belén
A la entrada de la ciudad de Alcalá, en torno a la Avenida del Ejército hay un barrio que se considera uno de los más humildes de la ciudad. Está habitado fundamentalmente por inmigrantes, entre los que es muy elevado el número de africanos y afrodescendientes, pero también de ucranianos, hispanos… Es un barrio con dificultades, ciertamente, pero, al tiempo, este barrio donde la vida es tan difícil, cuenta con una parroquia que es de las más bonitas de la ciudad. Digo bonita porque es verdaderamente un reflejo de la bondad de nuestra madre la Iglesia, que acoge entre sus brazos a todos sus hijos, de una manera especial a los que sufren. Y a mí me emociona porque, cuando llegan los estadillos del Domund, al final de la campaña, de las doce parroquias que tiene la ciudad, la de Virgen de Belén está siempre y sorprendentemente entre las mejores colectas del municipio. Detrás de ese fruto está un sacerdote con corazón de misionero, el P. Ramón Manrique de Mesa, ayudado por una consagrada con corazón de madre que no me deja poner su nombre.
Este año, al P. Ramón se le ha ocurrido una nueva idea para fomentar el Domund en su barrio. Al terminar la Misa, todos los domingos de octubre, los niños de la parroquia saldrán con sus huchas a pedir para los misioneros. Ya han salido la primera vez el mismo 1 de octubre de 2023, fiesta de Santa Teresita, la entrañable patrona de las misiones, que este año cayó en domingo. Y planean salir una y otra vez los cinco domingos que tiene octubre. Tanto los feligreses como los que circulen por las calles alrededor de la parroquia, recibirán la invitación de los niños a colaborar con la misión, recordando a todos que, en breve, llega el domingo del Domund.